—Os he reunido aquí para hablaros de un asunto muy delicado. —Camelia Saint Mur miró en torno como si sintiera hondo placer en oírse a sí misma, pero se olvidó de sí al encontrarse con los rostros impasibles de sus hijos—. Supongo —añadió carraspeando— que habréis oído hablar de Mirta Lomax. Joanna, indiferente, comentó: —Es nuestro segundo apellido, ¿no? —Mirta Lomax es pariente nuestra. —Hay muchos Lomax en Londres —comentó parsimonioso Hugo Saint Mur Lomax.